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Tortas: más que un platillo, el emblema de nuestra cocina
04
NOV

Un antojito con mucha tradición.


 

A los mexicanos nos complace salir de casa, pasear con la familia por parques o plazas con el propósito de recrearnos y olvidarnos de las tareas cotidianas. Nos incentiva caminar por las calles y descubrir en el trayecto un sinfín de puestos de comida, los cuales parecen brotar a cada paso. En ellos, los habitantes de nuestro país pueden encontrar platillos como los tacos, las tortas y los tamales, cuya sazón se ha convertido en parte esencial de su vida cotidiana.

De todos esos alimentos, la torta es probablemente el bocadillo más emblemático de la gastronomía mexicana, cuyo origen es producto de la sinergia entre las culturas mesoamericanas y el Viejo Mundo. Por la diversidad de sus ingredientes y combinaciones, la torta conjunta las técnicas culinarias y los productos de dos mundos. En suma, es el resultado de la fusión de dos tradiciones.

Este riquísimo platillo está hecho a base de telera o bolillo, productos muy característicos de nuestra panadería. La telera es un pan de trigo semiovalado, esponjoso, suave por dentro y dorado por fuera, con dos incisiones paralelas en la parte superior. Este pan es de origen andaluz y se fabrica con el trigo y la levadura que trajeron los europeos durante la Conquista.

Para preparar una torta es necesario dividir el pan a la mitad, haciendo un corte a lo largo. Luego, hay que untar frijoles refritos en una de las piezas resultantes, como los que fabrica LA MORENA, cuyo sello distintivo es la calidad. Después de colocar este alimento, de inapreciable valor en Mesoamérica, hay que añadir otros ingredientes como carne, lechuga, jitomate, aguacate, queso amarillo, cebolla frita y en general, cualquier componente que sea de nuestro agrado. Lo último es, naturalmente, cubrir la combinación con la otra mitad del pan.

Entre los tipos de tortas que más se consumen destacan: las de lomo de puerco y las de pavo (cuyo ingrediente principal es el guajolote, un animal muy apreciado entre las culturas antiguas de México, luego del arribo de los españoles, lo que explica su gran valor dentro de la historia de la gastronomía nacional).